Amazonía de los pueblos indígenas en aislamiento // Amazonie des peuples autochtones isolés : Aislados para Sobrevivir // Isolés pour survivre !

servindi.org – 20 de mayo, 2024 // cocomagnanville.over-blog.com – 23 Mai 2024

Usted está rodeado por gente con una enfermedad que no conoce. Los expertos, los sabios, todos están confundidos con lo que pasa. La gente sana y fuerte muere igual que algunos que ya se veían viejos o enfermos previamente. De pronto, la respuesta más urgente, más lógica, es alejarse. Cerrarle la puerta al contagio de una enfermedad, poner distancia entre usted y un enemigo mortal. El aislamiento es la reacción casi instintiva en esta situación de supervivencia.

Este pequeño relato, seguro le recuerda la pandemia del COVID-19. Sin embargo, estoy contando la historia, repetida tantas veces en la Amazonía, de los pueblos indígenas en aislamiento.

Aislados para Sobrevivir

La Amazonía: Un misterio vivo

Cientos de culturas y pueblos han florecido y desvanecido en los bosques amazónicos a lo largo de milenios, dejando atrás solo sombras de su existencia. La desaparición de un pueblo, en cualquier rincón del mundo, es una tragedia para toda la humanidad. Con cada cultura que se desvanece, perdemos miles de años de sabiduría acumulada sobre la naturaleza, sus secretos y sobre la propia evolución de los humanos y sus sociedades.

Para evitar este destino, muchos grupos indígenas han optado por un camino de aislamiento. En Sudamérica, han decidido alejarse de la sociedad y adentrarse en la selva, lejos del alcance del resto de la humanidad. Ya sea para evitar conflictos con otros pueblos indígenas, para protegerse de enfermedades o para escapar de esclavistas, caucheros o madereros, estos pueblos persisten en los bosques, casi invisibles para el mundo exterior. Son los Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (PIACI), según la terminología legal peruana. Con esta sigla se identifican a las dos situaciones por las que pasan estos pueblos: el aislamiento, es decir, la renuencia a mantener contacto con otras sociedades o con un contacto muy limitado; y el contacto inicial, que es la situación que mantienen pueblos como los Isconahua en Ucayali o la población Nahua de Santa Rosa de Serjali en la zona del bajo Urubamba, en Cusco.

De acuerdo con los especialistas podrían existir más de 150 pueblos indígenas en situación de aislamiento en el mundo, la mayoría de ellos en la Amazonía que corresponde a Brasil y Perú. También existen pueblos aislados en Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay y Venezuela. Se presume la existencia de aislados también en Surinam y Guyana. A nivel mundial, se han reportado grupos indígenas en aislamiento en Oceanía, en Asia y África. Incluso en Estados Unidos un grupo indígena retomó contacto con la sociedad moderna en el año 1911, habiendo subsistido en la Sierra Nevada, al norte de California.

Aislarse para sobrevivir

Los pueblos aislados son grupos humanos que han elegido o se han visto obligados/forzados a vivir alejados de otros grupos y sociedades humanas a lo largo de siglos. Ya sea por temor a enfermedades, abusos, o simplemente por la decisión de mantenerse apartados de culturas diferentes y mantener su forma de vida tradicional. Según la antropóloga peruana Beatriz Huertas, una de las expertas en el tema, “un pueblo en aislamiento voluntario es precisamente aquel que limita drásticamente sus relaciones con la población del entorno y las limita por decisión propia. Hay diferentes niveles de aislamiento. Hay pueblos o parte de ellos que, por ejemplo, borran sus rastros durante sus desplazamientos. Los esconden para no ser perseguidos, para no ser vistos por otros”.

El antropólogo Alonso Zarzar indica en unos de los primeros informes de una entidad peruana sobre los pueblos aislados, que estos pueblos se aislaron por la fuerza de las circunstancias: es decir, no fue por siempre por elección, sino por una necesidad.

En opinión del antropólogo Carlos Mora, el proceso de aislamiento de estos pueblos pudo haberse iniciado incluso desde los procesos de conquista, es decir, mucho antes del llamado boom del caucho, en que se esclavizó a miles de indígenas. Hay que tener en cuenta de que los contactos de los indígenas amazónicos con otros pueblos amazónicos, con grupos andinos y luego misioneros católicos empezó hace ya varios siglos”, puntualiza. El aislamiento pudo ocurrir para prevenir los conflictos territoriales con otros grupos indígenas amazónicos mucho antes de la colonización europea. Es importante destacar que cada pueblo indígena en aislamiento tiene sus propias razones para elegir esta forma de vida, y estas pueden variar considerablemente.

Ambos profesionales y otros estudiosos como Zarzar coinciden en que los aislados buscan zonas de refugio, particularmente en las cabeceras de algunas quebradas, de ríos, llevando una vida por lo general trashumante, y que hacen migraciones bastante continuas, por lo que el espacio que requieren para subsistir es muy grande.

Sin embargo, el aislamiento también tiene consecuencias. Al no haber estado expuestos a enfermedades traídas desde Europa o de otras partes del mundo, su respuesta inmunológica a ellas es pobre o nula. Una simple gripe puede acabar con la mitad o con toda una población de un grupo determinado. Zarzar también señala que, “estos grupos o pueblos aislados sufrieron y sufren un proceso de adaptación a un ecosistema altamente limitante y poco propicio para el desarrollo de sus capacidades como pueblos y culturas”. Por tanto, en ese proceso es importante entender que estos pueblos tuvieron que modificar sus relaciones sociales y su estructura demográfica. Estas nuevas adaptaciones y los conocimientos que ganaron y perdieron en el proceso son también muy importantes.

En el Perú, existe un régimen legal de protección de estos pueblos, para los cuales se han reservado alrededor de 4 millones de hectáreas. Esta cifra podría llegar a 7 millones, si las propuestas de nuevas reservas indígenas que han presentado las organizaciones indígenas son aceptadas por el gobierno peruano. Es importante destacar que los territorios de estos pueblos están entre los mejor conservados de la cuenca amazónica y son prioritarios para el clima, la biodiversidad y la seguridad alimentaria global.

Internacionalmente, los pueblos indígenas en aislamiento son titulares de derechos humanos y su protección es fundamental para garantizar estos derechos. Dado que están en una situación única de vulnerabilidad y no pueden abogar por ellos mismos, asegurar el respeto a sus derechos es especialmente importante.

Continuación y Enlace al artículo en español : https://www.servindi.org/…/2024/aislados-para-sobrevivir-1

Suite et Lien vers l’article en français : http://cocomagnanville.over-blog.com/…/isoles-pour…

Vous êtes entouré de personnes atteintes d’une maladie que vous ne connaissez pas. Les experts, les sages, tout le monde ne sait pas ce qui se passe. Des personnes en bonne santé et fortes meurent, tout comme d’autres qui avaient déjà l’air vieilles ou malades auparavant. Soudain, la réponse la plus urgente, la plus logique est de s’éloigner. Fermer la porte à la contagion d’une maladie, mettre de la distance entre soi et un ennemi mortel. L’isolement est la réaction presque instinctive dans cette situation de survie.

Cette petite histoire, j’en suis sûr, vous rappelle la pandémie de COVID-19. Mais je raconte l’histoire, maintes fois répétée en Amazonie, des peuples indigènes en situation d’isolement.

Isolés pour survivre

L’Amazonie : un mystère vivant

20 mai 2024 – Des centaines de cultures et de peuples ont prospéré et disparu dans les forêts amazoniennes au cours des millénaires, ne laissant derrière eux que des ombres de leur existence. La disparition d’un peuple, dans n’importe quel coin du monde, est une tragédie pour toute l’humanité. Avec chaque culture qui disparaît, nous perdons des milliers d’années de sagesse accumulée sur la nature, ses secrets et l’évolution même de l’homme et de ses sociétés.

Pour éviter ce destin, de nombreux groupes indigènes ont choisi la voie de l’isolement. En Amérique du Sud, ils ont choisi de s’éloigner de la société et de s’enfoncer dans la jungle, loin du reste de l’humanité. Que ce soit pour éviter les conflits avec d’autres peuples indigènes, pour se protéger des maladies ou pour échapper aux esclavagistes, aux exploitants de caoutchouc ou aux bûcherons, ces peuples persistent dans les forêts, presque invisibles au monde extérieur. Il s’agit des peuples indigènes en situation d’isolement et de premier contact (PIACI), selon la terminologie juridique péruvienne. Cet acronyme identifie les deux situations dans lesquelles se trouvent ces peuples : l’isolement, c’est-à-dire la réticence à maintenir des contacts avec d’autres sociétés ou des contacts très limités, et le premier contact, qui est la situation de peuples tels que les Isconahua à Ucayali ou la population nahua de Santa Rosa de Serjali dans la région du bas Urubamba, à Cusco.

Selon les spécialistes, il pourrait y avoir plus de 150 peuples indigènes isolés dans le monde, la plupart d’entre eux se trouvant en Amazonie, qui correspond au Brésil et au Pérou. Il existe également des peuples isolés en Bolivie, en Colombie, en Équateur, au Paraguay et au Venezuela. Des peuples isolés sont également présumés exister au Suriname et en Guyane. Dans le monde entier, des groupes indigènes isolés ont été signalés en Océanie, en Asie et en Afrique.

Même aux États-Unis, un groupe indigène a repris contact avec la société moderne en 1911, après avoir subsisté dans la Sierra Nevada, au nord de la Californie.

S’isoler pour survivre

Les peuples isolés sont des groupes humains qui ont choisi ou ont été contraints de vivre à l’écart des autres groupes humains et sociétés pendant des siècles. Que ce soit par crainte des maladies, des abus ou simplement par décision de rester à l’écart des autres cultures et de conserver leur mode de vie traditionnel. Selon l’anthropologue péruvienne Beatriz Huertas, l’une des expertes en la matière, « un peuple en isolement volontaire est précisément un peuple qui limite radicalement ses relations avec la population environnante et qui les limite par sa propre décision. Il existe différents niveaux d’isolement. Il y a des peuples ou des parties de peuples qui, par exemple, effacent leurs traces lorsqu’ils se déplacent. Ils les cachent pour ne pas être persécutés, pour ne pas être vus par les autres ».

L’anthropologue Alonso Zarzar indique dans l’un des premiers rapports d’une organisation péruvienne sur les peuples isolés que ces peuples se sont isolés par la force des choses : en d’autres termes, ce n’est pas toujours par choix, mais par nécessité.

Selon l’anthropologue Carlos Mora, le processus d’isolement de ces peuples pourrait avoir commencé dès la conquête, bien avant le boom du caoutchouc, lorsque des milliers d’indigènes ont été réduits en esclavage. Nous devons garder à l’esprit que les contacts entre les indigènes d’Amazonie et les autres peuples d’Amazonie, avec les groupes andins et les missionnaires catholiques, ont commencé il y a plusieurs siècles », explique-t-il. L’isolement a pu se produire pour éviter des conflits territoriaux avec d’autres groupes indigènes amazoniens bien avant la colonisation européenne. Il est important de noter que chaque peuple indigène isolé a ses propres raisons de choisir ce mode de vie, et que celles-ci peuvent varier considérablement.

Les professionnels et d’autres chercheurs comme Zarzar s’accordent à dire que les peuples isolés cherchent des zones de refuge, en particulier dans les sources de certains ruisseaux et rivières, menant généralement une vie transhumante, et qu’ils effectuent des migrations assez continues, de sorte que l’espace dont ils ont besoin pour subsister est très vaste.

Cependant, l’isolement a aussi des conséquences. N’ayant pas été exposés aux maladies venues d’Europe ou d’autres parties du monde, leur réponse immunitaire est faible, voire inexistante.

Une simple grippe peut anéantir la moitié ou la totalité de la population d’un groupe donné. Zarzar souligne également que « ces groupes ou peuples isolés ont souffert et souffrent encore d’un processus d’adaptation à un écosystème hautement limitatif qui n’est pas propice au développement de leurs capacités en tant que peuples et cultures ». Dans ce processus, il est donc important de comprendre que ces peuples ont dû modifier leurs relations sociales et leur structure démographique. Ces nouvelles adaptations et les connaissances qu’ils ont acquises et perdues au cours de ce processus sont également très importantes.

Au Pérou, il existe un régime juridique de protection de ces peuples, pour lesquels environ 4 millions d’hectares ont été réservés. Ce chiffre pourrait atteindre 7 millions, si les propositions de nouvelles réserves indigènes présentées par les organisations indigènes sont acceptées par le gouvernement péruvien. Il est important de noter que les territoires de ces peuples sont parmi les mieux conservés du bassin amazonien et constituent une priorité pour le climat, la biodiversité et la sécurité alimentaire mondiale.

Au niveau international, les peuples autochtones isolés sont détenteurs de droits de l’homme et leur protection est fondamentale pour garantir ces droits. Étant donné qu’ils se trouvent dans une situation de vulnérabilité unique et qu’ils ne peuvent pas se défendre eux-mêmes, il est particulièrement important de garantir le respect de leurs droits.

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