Leyenda P’urhépecha: EL CENZONTLE // Légende P’urhépecha : LE CENZONTLE !

purepecha.mx – 30/12/2009 / cocomagnanville.over-blog.com – 22 Juin 2024

EL CENZONTLE

Contaban los Tatás y las Nanás de Patamban de mas antes, que cuando los dioses primeros tata-huriata (dios sol) y Nana-kuerari estaban muy alegres y de fiesta pues Nana-kuerari estaba esperando un hijo y este acontecimiento, como todos los seres humanos entienden y lo saben, llena de dicha y placer a las parejas y a quienes rodean a la pareja, pues desde siempre es un acontecimiento de dicha y felicidad, felicidad que no se oculta y que sale a relucir por todos los poros de la piel y que en ocasiones lleva a la creatividad y al arte, pues como dice el dicho, la felicidad y el amor no se pueden ocultar, pues bien, estaba Nana-kuerari (diosa tierra) en la feliz espera y llena de creatividad se puso a pintar de colores a todos los pájaros del planeta, mientras tata-huriata (dios del gran fuego) preparaba y combinaba los colores y le sostenía los pájaros, Nana-kuerari armonizaba las alas, las colas, la cabeza y los pechos de toda clase de pajaritos, chiquitos y grandotes, medianos y medianitos, con amor y paciencia fueron adornados bellamente miles y millones de pajaritos, que cuando se miraban engalanados y bellos, daban gracias a los dioses con sus bellos cantos y danzas y así agradecían a ellos, a los dioses por el favor recibido.

En la fila estaba un cenzontle, que antes de recibir el bello don del color de los dioses ya estaba cantando con su bella voz, mientras estaba en la fila en espera de su turno, Nana-kuerari se percato de el y dijo, – este pajarito canta mas bonito que todos y antes del favor recibido ya esta cantando, háganlo pasar al frente de la fila, quiero conocerlo.

Entonces el cenzontle pasó al frente de la fila y sin mas se puso a cantar enfrente de los dioses y como es de suponer en esos momentos quedaban mas bellos los pajaritos pintados, entonces Nana-kuerari ordenó que el cenzontle se posara sobre su hombro izquierdo y que no parara de cantar, mientras ella seguiría pintando a todos los pájaros del planeta, mientras tata-huriata se los detenía, así se fue acabando el día y la pintura, los dioses extasiados con su trabajo, cuando ya casi terminaban se dieron cuenta que se les acabo la pintura y solo quedaba un pájaro en la fila llamado tarengo y el cenzontle que estaba en el hombro de Nana-kuerari, entonces los dioses con tantita saliva y con el dedo limpia cazuelas, juntaron lo poco que quedaba en los recipientes de las pinturas e hicieron un aguado color gris y de ese color pintaron a los dos pájaros que quedaban, el tarengo después de verse y compararse con todos los pájaros que tan bellamente habían quedado acicalados hizo un berrinche y se fue a meter a un charco de agua para quitarse ese color que no fue de su agrado y por mas que se zambullía, se esponjaba y se sacudía no pudo quitarse ya ese color y desde entonces los tarengos aparecen después de las tormentas y las lluvias, todos mojados y esponjados sacudiéndose el agua de la lluvia, el Cenzontle en cambio siguió cantando su mas bello canto y los dioses lo premiaron con otras tres voces, para que también agasajara a los otros dos dioses, el viento, o el aire (Tariatacha) y el agua (Tiripime-jhuarencha).

Quedando así el cenzontle con cuatro bellas voces y así cantaba y trinaba agradando a los cuatro dioses, fuego, tierra, aire y agua, elementos que conforman el cosmos, el universo y la vida.

Así paso mucho tiempo, el canto del cenzontle era apreciado por los dioses y los hombres y los hombres lo atrapaban y lo metían en jaulas de carrizo para tenerlo en sus casas y oírlo cantar y el cenzontle siempre cantaba y cantaba, hasta morir de pena y tristeza, pues no le gustaba estar encerrado, pues encerrado no podía cantarle a los dioses y así moría, pero una vez ocurrió que en un año completo, un año de trece lunas no llovió y los hombres de la sierra no pudieron hacer sus milpas y los que las hicieron, vieron con desencanto que no crecieron, se les secaron y no tuvieron sustento.

La reserva de maíz y alimento que tenían en sus trojes se les agoto y ya no tenían que comer y hubo calamidades y enfermedades y los tatas de los pueblos celebraron un consejo para saber que hacer y darles de comer a los Zapichus (chiquillos y chiquillas) y entonces decidieron sacar de su jaula al cenzontle, sabiendo que su canto era del agrado de los dioses y lo mandaron de emisario con ellos, para que les concediera la lluvia y así poder tener alimento, entonces el cenzontle voló y voló hacia la mano derecha, hacia donde sale el sol para encontrarse con ellos, los dioses y pedirles el favor que necesitaban los hombres, « la lluvia », entonces llego el cenzontle con los dioses y les canto y les canto con sus envidiables cuatro voces, quedando ellos tan satisfechos que acordaron concederle el favor para beneficio de los hombres y mandaron hacer muchas nubes y se las dieron al cenzontle para que se las llevara a los hombres y mujeres de la meseta y así se vino el cenzontle con todas esas nubes para que lloviera.

Pero venia de tan lejos que cuando llego a la meseta ya se le habían acabado las nubes, pues por todos los pueblos, por donde pasaba llovía y llovía, luego los hombres y las mujeres de la meseta le dijeron al cenzontle, – ¿ En donde están las nubes que los dioses te dieron para nosotros?, ahora te regresas a ver donde dejaste las nubes que los dioses te dieron para nosotros y las traes, pues ya no tenemos comida y sin la lluvia, nos vamos a seguir muriendo como nuestros tatas y nuestros zapichus.

Entonces el cenzontle, se regreso de vuelta por donde había pasado con las nubes y la lluvia y les preguntaba a todos los pueblos, ¿que donde habían quedado las nubes? que el traía, para los hombres y mujeres de la sierra, como las gentes a las que les preguntaba no le contestaban pues hablaban en otra lengua, el cenzontle intentaba una y otra vez y otra vez y así fue como sin saberlo, sin darse cuenta el cenzontle hablaba la voz y la lengua de todos los pueblos, por donde había pasado y de las cuatro voces que los dioses le habían concedido, el esfuerzo de el mismo para cumplir con su misión, hizo que sus cuatro voces se multiplicaran por cien, cada una y es por eso que ahora el cenzontle tiene tantas voces y cuando llueve en la meseta, aparece cantando y cantando y preguntando si por ahí se había quedado una de las nubes que el llevaba por encargo a la sierra o a la meseta para que allá lloviera (cenzontle es una voz nahoa que quiere decir cuatrocientas voces, cen = voz y zontli =cuatrocientas) es por eso que cuando llueve en la sierra aparecen los cenzontles canta y canta alegrando los corazones de las gentes y de los dioses, pues cuando hay lluvia, hay vida y felicidad y de seguro nuestros trojes, estarán llenos de maíz que es nuestro sagrado sustento y por lo mismo, también después de la lluvia aparece el tarengo todo mojado, tratando de quitarse de encima ese color que le pusieron los dioses, color que no le gusto y se sacude para quitárselo de encima.

Fíjate muy bien purepecha la próxima ves que pase una lluvia o tormenta, asómate al patio de tu casa y busca los tarengos en los techos de tu casa y mas importante y agradable, si vienes de regreso a tu casa, después de hacer la labor de tu milpa, por las veredas o caminos, si pones atención, escucharas en los árboles cercanos a las barrancas o en los árboles mas frondosos, ahí podrás escuchar a los cenzontles que de una y otra voz preguntan por las nubes que ellos llevaban a la sierra, no trates de verlos pues los espantaras, a ellos no les gusta ser vistos, por que temen que otra ves los hombres los atrapen y los metan en jaulas.

FUENTE : https://www.purepecha.mx/…/3212-Leyenda-P-urh%C3…

Pueblo Purépecha : https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_pur%C3%A9pecha

Peuple Purépecha : https://fr.wikipedia.org/wiki/Pur%C3%A9pechas

SOURCE : http://cocomagnanville.over-blog.com/…/legende-p…

Les Tatás et les Nanás de Patamban ont raconté plus tôt que lorsque les premiers dieux tata-huriata (dieu du soleil) et Nana-kuerari étaient très heureux et en fête parce que Nana-kuerari attendait un fils et cet événement, comme pour tous les humains, comme tous les êtres le comprennent et le connaissent, remplit les couples et l’entourage du couple de joie et de plaisir, car cela est toujours un événement de joie et de bonheur, un bonheur qui n’est pas caché et qui se révèle par tous les pores de la peau et cela mène parfois à la créativité et à l’art, car comme le dit le proverbe, le bonheur et l’amour ne peuvent être cachés, eh bien, il y avait Nana-kuerari (déesse de la terre) dans une attente heureuse et pleine de créativité qui a commencé à peindre tous les oiseaux de la planète avec des couleurs, tandis que tata-huriata (dieu du grand feu) préparait et combinait les couleurs et tenait les oiseaux, Nana-kuerari harmonisait les ailes, les queues, les têtes et les poitrines de toutes sortes de petits oiseaux, petits et grands, moyens et moyennes, avec amour et patience, des milliers et des millions de petits oiseaux ont été joliment décorés, et lorsqu’ils se sont vus décorés et beaux, ils ont rendu grâce aux dieux avec leurs beaux chants et danses et les ont ainsi remerciés, pour la faveur reçue.

Dans la file se trouvait un cenzontle qui, avant de recevoir le beau cadeau de la couleur des dieux, chantait déjà de sa belle voix, alors qu’il faisait la queue en attendant son tour, Nana-kuerari le remarqua et dit : – ce petit oiseau chante mieux que tout le monde et avant la faveur reçue il chante déjà, fais-le passer en première ligne, je veux le rencontrer.

Alors le cenzontle se plaça devant la file et sans plus tarder se mit à chanter devant les dieux et comme on pouvait s’y attendre à cette époque les oiseaux peints étaient plus beaux, alors Nana-kuerari ordonna au cenzontle de se percher sur son épaule gauche, il n’arrêtait pas de chanter, pendant qu’elle continuait à peindre tous les oiseaux de la planète, pendant que tata-huriata les arrêtait, ainsi la journée et la peinture se terminèrent, les dieux étaient ravis de leur travail, quand ils eurent presque fini, ils réalisèrent qu’ils étaient à court de peinture et qu’il ne restait qu’un seul oiseau dans la ligne appelé le tarengo et le cenzontle qui était sur l’épaule de Nana-kuerari, alors les dieux avec un peu de salive et en essuyant leurs pots des doigts, ils rassemblèrent le peu qui était resté dans les récipients de peintures et ont fait une couleur gris aqueux et dans cette couleur ils ont peint les deux oiseaux restants.

Le tarengo, après s’être vu et s’être comparé à tous les oiseaux qui avaient été si magnifiquement soignés, a piqué une colère et est allé se jeter dans une flaque d’eau pour se débarrasser de cette couleur qui ne lui plaisait pas et peu importe à quel point il plongeait, se remuait et se secouait, il ne pouvait pas se débarrasser de cette couleur et depuis lors, les tarengos apparaissent après les tempêtes et pluies, tout mouillés et épongés secouant l’eau de la pluie, le Cenzontle, lui, continua à chanter sa plus belle chanson et les dieux le récompensèrent de trois autres voix, afin qu’il puisse aussi divertir les deux autres dieux, le vent ou l’air (Tariatacha) et l’eau (Tiripime-jhuarencha) .

Quittant ainsi le cenzontle avec quatre belles voix, il chantait et trillait pour plaire aux quatre dieux, le feu, la terre, l’air et l’eau, éléments qui composent le cosmos, l’univers et la vie.

C’est ainsi que le temps passa, le chant du cenzontle était apprécié des dieux et des hommes et les hommes l’attrapaient et le mettaient dans des cages de roseaux pour le garder dans leurs maisons et l’entendre chanter et le cenzontle chantait et chantait toujours, jusqu’à ce qu’il meure de chagrin et de tristesse, parce qu’il n’aimait pas être enfermé, parce qu’enfermé il ne pouvait pas chanter aux dieux et c’est ainsi qu’il mourait. Une autre fois, en une année complète, une année de treize lunes, il ne pleuvait pas et les hommes des montagnes ne pouvaient pas cultiver leurs champs de maïs. Ceux qui les avaient cultivés voyaient avec déception qu’ils ne poussaient pas, qu’ils se desséchaient et qu’ils n’avaient plus de nourriture.

La réserve de maïs et de nourriture qu’ils avaient dans leurs granges était épuisée et ils n’avaient plus rien à manger et il y avait des calamités et des maladies, alors les tatas des villes tinrentt un conseil pour savoir quoi faire et nourrir les Zapichus (garçons et filles) alors ils décidèrent de sortir le cenzontle de sa cage, sachant que son chant plaisait aux dieux et ils l’envoyèrent comme émissaire avec eux, pour qu’il leur accorde de la pluie pour qu’ils aient de la nourriture, alors le cenzontle vola et vola vers la main droite , vers l’endroit où le soleil se lève pour rencontrer les dieux et leur demander la faveur dont les hommes avaient besoin, « la pluie », puis le cenzontle arriva avec les dieux et leur chanta et chanta avec ses quatre voix enviables il les laissa très satisfaits Ils ont accepté de lui accorder la faveur au profit des hommes et ils ont ordonné de faire beaucoup de nuages ​​et ils les ont donnés au cenzontle pour qu’il puisse les emmener aux hommes et aux femmes du plateau, alors le cenzontle est venu avec tous ces nuages ​​pour qu’il pleuve.

Mais il venait de si loin que lorsqu’il atteignit le plateau, les nuages ​​s’étaient déjà dissipés, car dans tous les villages où il passait, il pleuvait et pleuvait, alors les hommes et les femmes du plateau dirent au cenzontle : – Où  » Les nuages ​​que les dieux t’ont donnés pour nous sont-ils ? Maintenant tu retournes voir où tu as laissé les nuages ​​que les dieux t’ont donnés pour nous et tu les amènes, parce que nous n’avons plus de nourriture et sans la pluie, nous allons continuer mourir comme nos pères et nos zapichus.

Alors le cenzontle revint là où il était passé avec les nuages ​​et la pluie et demanda à toutes les villages, où étaient les nuages ​qu’il avait amenés, pour les hommes et les femmes de la montagne, puisque les gens qu’il a interrogés ne lui répondaient pas parce qu’ils parlaient dans une autre langue, le cenzontle a essayé encore et encore et c’est ainsi que sans le savoir, sans s’en rendre compte, le cenzontle parlait la voix et le langage de tous les villages qu’il avait traversés et des quatre voix que les dieux lui avaient accordées, son effort pour remplir sa mission fit multiplier ses quatre voix par cent chacune et c’est pourquoi maintenant le cenzontle a tellement de voix que lorsqu’il pleut sur le plateau, il apparaît en chantant et demande si un des nuages ​​qu’il avait transporté par ordre vers les montagnes ou vers le plateau était resté là pour qu’il pleuve.

Cenzontle est un mot nahua qui signifie quatre cents voix, cen = voix et zontli = quatre cents) c’est pourquoi quand il pleut dans les montagnes apparaissent les cenzontles, chantant et chantant, réjouissant le cœur des gens et des dieux, car quand il pleut, il y a de la vie et du bonheur et sûrement nos granges seront pleines de maïs, qui est notre nourriture sacrée et pour la même raison, même après la pluie le tarengo apparaît tout mouillé, essayant de se débarrasser de cette couleur que les dieux lui ont donnée, la couleur qu’il n’aimait pas et il le secoue pour s’en débarrasser.

Faites très attention, Purépechas, la prochaine fois qu’il pleut ou qu’il y a un orage, sortez sur la terrasse de votre maison et cherchez des tarengos sur les toits de votre maison et plus important et agréablement, si vous revenez chez vous, après avoir fait les travaux de nettoyage de votre champ de maïs, le long des sentiers, si vous faites attention, vous entendrez dans les arbres, près des ravins ou dans les arbres les plus feuillus, là vous pourrez entendre les cenzontles qui d’une voix et d’une autre s’interrogent sur les nuages qu’ils ont emportés dans les montagnes. N’essayez pas de les voir car vous les effrayeriez, ils n’aiment pas être vus, car ils ont peur que les hommes les attrapent à nouveau et les mettent en cage.

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